Vive el presente
Si piensas continuamente en lo
que debes o puedes hacer en el futuro te pierdes de vivir el presente.
Además
este tipo de pensamientos alimentan la ansiedad y las preocupaciones y no te
permiten disfrutar de los pequeños momentos que te da la vida.
Para
dejar de divagar y angustiarte por lo que todavía no sucedió, nada mejor que
centrar todos tus sentidos en el aquí y ahora, sin dejar de lado los sueños y
los proyectos.
Olvídate de los detalles
La
obsesión por la perfección sólo puede conducirte a la desilusión. Pues no todo
es tan perfecto como siempre pretendes que sea, la vida está llena de pequeños
detalles que la hacen encantadora y única.
Busca un equilibrio y deja de lado el exceso de perfección, te sentirás
mejor.
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